Los neumáticos, la suspensión, la transmisión o la dirección se ven directamente afectados por un firme en malas condiciones.
Recientemente, la Asociación Española de la Carretera (AEC) advirtió de que hacía falta una inversión de 65.000 euros por kilómetro de vías en España para que la red viaria se encontrara "en buen estado", tras la falta de inversión acumulada durante los últimos años y, especialmente desde la crisis económica.
Esto significa que existe un déficit de inversión de carreteras acumulado de más de 6.600 millones de euros. De éstos, 2.035 millones de euros corresponderían a la Red de Carreteras del Estado, mientras que los más de 4.500 restantes pertenecerían a la Red Autonómica y Foral.
Sea como sea, lo cierto es que existen muchos puntos de la red viaria que necesitan ser revisados, pues su deterioro es más que evidente. Y uno de los grandes perjudicados por dicho mal estado son los vehículos.
De este modo, los automóviles, que han aumentado la media de kilómetros anuales recorridos con la mejora de la economía, se ven más expuestos a sufrir daños por unas carreteras que presentan un estado, al menos, mejorable.
¿Qué elementos del coche sufren más?
Como es evidente, los neumáticos son los componentes del coche que más sufren una calzada en malas condiciones. Del mismo modo, también su banda de rodadura se verá muy deteriorada si durante su vida útil se abusa de caminos de tierra, grava, pistas forestales... Esto, sin mencionar que están más expuestos a sufrir pinchazos o reventones.
Sin embargo, las cubiertas no son las únicas que sufren el castigo de una carretera en mal estado. Así, el sistema de suspensión, empezando por los amortiguadores, como elemento principal, pero también muelles, barra estabilizadora, bujes, rótulas, ‘silentblocks’… que intervienen para reducir el impacto de las irregularidades del firme en el vehículo sufrirán un deterioro prematuro.
Asimismo, algunos componentes de la transmisión también sufrirán ese deterioro, especialmente las juntas homocinéticas o los rodamientos de las ruedas motrices que podrían ver acortada su vida útil por culpa de un maltrato continuado.
De igual forma, la dirección también será víctima de un uso continuado de vías irregulares, provocando, por ejemplo, una pérdida de alineación en las ruedas, lo que nos obligará a realizar el paralelo con mayor frecuencia si queremos que los neumáticos nos duran más tiempo. Pero eso no es todo: también pueden aparecer holguras en la rótula de dirección.
Por último, una circulación continuada por calzadas irregulares o en mal estado también puede causar el desajuste de elementos como el salpicadero, las puertas o las ventanillas. Todo esto provocará la aparición de ruidos y vibraciones que con el tiempo serán cada vez más molestos y difíciles de eliminar.
En Taller XXI, nuestros profesionales podrán ayudarte cada vez que necesites comprobar el estado de tus neumáticos o, si es necesario, efectuar su sustitución. También podrán solventar cualquier problema que pueda surgir en la suspensión, transmisión o dirección de tu vehículo.