Conducir bajo los efectos del alcohol o de las drogas no es una rareza. Según el último estudio publicado por la Dirección General de Tráfico (DGT), que data del año 2013, doce de cada cien conductores lo hacen. Se ha convertido en una costumbre peligrosa para miles de automovilistas.
Es más, de acuerdo a las últimas cifras publicadas ayer por la DGT, en lo que vamos de año, 83.978 conductores han dado positivo en los controles de alcohol y drogas que los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) realizan en vías interurbanas.
Bajar al detalle de estas cifras resulta pavoroso. En 2015, hasta el momento, la ATGC ha realizado casi 60.000 pruebas de drogas en controles preventivos. El 32% del total de las pruebas, casi 19.000 controles, ha dado positivo. Es decir, uno de cada tres conductores que se sometió al control preventivo había consumido drogas poco antes de ponerse al volante.
Se han realizado millones de pruebas más de alcohol que de drogas y su resultado parece más prometedor: sólo un 1,46% de automovilistas que han pasado un control preventivo en 2015 han dado positivo, poco más de 55.000 de un total de 3,8 millones.
Con estos datos, la DGT está incrementando el control y la vigilancia del consumo de drogas y alcohol entre los distintos usuarios de la vía, usuarios que podrán ser requeridos en cualquier carretera y a cualquier hora del día a realizar dichas pruebas.
Se pondrá especial énfasis en los colectivos policonsumidores, aquellos conductores que se ponen al volante y que consumen habitualmente alcohol y/o drogas.