Un desgaste irregular es un síntoma claro de que algo no va bien en los neumáticos o en otros elementos que influyen en su rendimiento.
Los neumáticos son un elemento fundamental en tu vehículo. Al ser el único elemento de contacto entre la carretera y la carrocería de tu coche, son los encargados de asegurar la estabilidad en carretera. Por eso, es tan importante que circules con unas cubiertas en buen estado.
De este modo, comprobar periódicamente su estado y presión contribuirá a una mayor seguridad para ti y los tuyos cuando viajes con tu vehículo. Si al analizar los neumáticos detectas un desgaste irregular es síntoma inequívoco de que algo no está bien, ya sea en los neumáticos o en alguno de los elementos que influyen en su desempeño.
Y es que a ese desgaste irregular debes darle solución, ya que circular con unos neumáticos desgastados o en mal estado puede poner en riesgo no solo nuestra seguridad al volante, sino también provocar un aumento del consumo de combustible e incluso acarrear problemas mecánicos en el vehículo, como recuerda la Asociación Nacional de Distribuidores e Importadores de Neumáticos (Adine).
Por regla general, un desgaste irregular de los neumáticos puede deberse a que su presión no sea la adecuada —la recomendada por el fabricante—, o bien a un defecto de montaje, lo que conlleva una serie de problemas en nuestra conducción.
¿Y cómo observo el desgaste de los neumáticos? Basta con realizar una inspección visual de las cubiertas girando las ruedas delanteras, dejando la banda de rodadura visible y comprobar si la profundidad es igual entre los extremos y la zona central.
Los desgastes irregulares más frecuentes que podemos encontrar en los neumáticos de nuestro coche son los siguientes:
- Desgaste en los bordes exteriores: Puede deberse a que el neumático está circulando con una presión inferior a la recomendada o bien con sobrecarga, por lo que el neumático se aplasta contra el pavimento, rozando más los laterales, y por eso se desgastan. La solución es inflar los neumáticos y revisar la presión con más frecuencia.
- Desgaste en la parte central del neumático. Esto suele indicar que se circula con una presión superior a la recomendada, por lo que la superficie de contacto del neumático con el asfalto es más pronunciada en la zona central de la banda de rodadura, lo que provoca un aumento de la distancia de frenado en mojado, una reducción por desgaste anormal, además de poder provocar aquaplaning. De nuevo, la solución es ajustar la presión de los neumáticos a la aconsejada.
- Desgaste en uno de los bordes. En este caso, si se observa que hay un mayor desgaste en la parte interna o externa de la banda de rodadura de uno o de los dos neumáticos, puede ser consecuencia de un mal alineado. La mejor solución es acudir a un taller para que nos hagan un alineado de la dirección.
- Desgaste no uniforme. Generalmente se produce cuando los neumáticos están mal equilibrados o los amortiguadores están en mal estado, por lo que pueden aparecer desgastes no uniformes, que hagan que el vehículo vibre al superar ciertas velocidades. La solución pasa por equilibrar el neumático, acudiendo a un taller de confianza.
Por último, recuerda que la presión de los neumáticos debe medirse en frío, ya que si estos están calientes las presiones aumentan y, por supuesto, es fundamental llevar a cabo un mantenimiento periódico del vehículo y sustituir las cubiertas antes de que lleguen a los 1,6 mm de profundidad del dibujo. También revisa otros componentes que pueden influir en su estado como muelles, amortiguadores…
En Taller XXI, nuestros profesionales poseen la formación, el equipamiento y la experiencia necesaria para dar solución a cualquier problema que pueda surgir en tu vehículo, incluidos sus neumáticos.