¿Sabes qué es la curva de la alcoholemia o de Widmark?

curva alcoholemia widmark
14
Abr
2025

La curva de alcoholemia o de Widmark es un concepto fundamental para entender cómo el alcohol afecta a nuestro organismo a lo largo del tiempo y por qué es tan peligroso combinar alcohol y conducción. En este artículo te explicamos en detalle qué es esta curva, cómo funciona y qué factores influyen en ella.

¿Qué es la curva de alcoholemia o de Widmark?

La curva de alcoholemia nos muestra cómo varía la concentración de alcohol en la sangre a lo largo del tiempo tras ingerir bebidas alcohólicas. Fue desarrollada por el químico sueco Erik M. P. Widmark, quien creó la fórmula para determinar la concentración de alcohol en la sangre.

Esta representación gráfica es esencial para comprender por qué, incluso horas después de haber bebido, podemos seguir teniendo niveles de alcohol en sangre por encima de los límites legales permitidos para conducir. Conocer estos límites es tan importante como saber cómo circular de forma correcta por una rotonda o respetar las señales de tráfico.

Fases de la curva de alcoholemia

La curva de alcoholemia se divide en dos fases principales:

  1. Fase de absorción: el alcohol comienza a aparecer en la sangre a los cinco minutos de haberlo ingerido y alcanza su máximo nivel (pico de concentración) entre los 30 y 90 minutos tras su consumo. Esta fase depende de diversos factores como la cantidad ingerida, el tipo de bebida y si se ha consumido con el estómago vacío o lleno.
  2. Fase de eliminación: tras alcanzar el pico máximo, comienza la fase de eliminación. El organismo metaboliza el alcohol principalmente en el hígado (90-98%) a una velocidad constante de aproximadamente 0,15 g/l por hora. Una pequeña parte se elimina sin metabolizar a través de la orina, el sudor y el aire espirado.

Factores que influyen en la curva de alcoholemia

Son numerosos los factores que afectan a la tasa de alcoholemia que registramos en sangre:

1. Cantidad de alcohol ingerido

La cantidad total de alcohol consumido es el factor más determinante. A mayor cantidad, mayor será la concentración en sangre y más tiempo tardará el organismo en eliminarlo por completo.

2. Rapidez con la que se bebe

La absorción del alcohol depende directamente de la velocidad a la que bebas. Cuanto más rápido tomes la bebida, mayor será la velocidad de absorción y la cantidad total de alcohol que pase a la sangre.

Por ello, aunque recordamos que la única tasa segura es 0,0 g/l, si vas a beber es recomendable que lo hagas pausadamente y que separes en el tiempo las bebidas que vayas a consumir. También es bueno intercalar alguna bebida no alcohólica entre dos bebidas alcohólicas.

3. Características del alcohol

La absorción del alcohol es más lenta en bebidas fermentadas (como la cerveza o el vino) que en las destiladas (como la ginebra, el ron o el whisky).

Además, el alcohol tomado junto a bebidas gaseosas (como la tónica o ciertas bebidas de cola) o tomado caliente puede favorecer la rapidez de absorción de la alcoholemia.

4. Estado del estómago (vacío o lleno)

La rapidez de absorción del alcohol depende de la cantidad que llegue al intestino delgado, por lo que la presencia de alimentos en el estómago es una variable muy importante.

Cuando el tubo digestivo está vacío, la cantidad de alcohol que pasa a la sangre es mayor y lo hace de forma más rápida. Por ello, no es nada recomendable consumir alcohol sin haber comido nada.

5. Edad y experiencia en la conducción

Las personas menores de 18 años y los mayores de 65 son más sensibles a los efectos del alcohol, por lo que es más fácil que tengan deterioros en las capacidades psicofísicas necesarias para conducir.

Por otra parte, los efectos del alcohol son mayores en los conductores con poca experiencia, ya que todavía no han automatizado los movimientos necesarios para conducir. Por ello, a los conductores noveles se les permite una tasa de alcoholemia menor para circular.

6. Sexo y peso de la persona

El alcohol se distribuye por el cuerpo de forma distinta en hombres y en mujeres. 

Por ello, las mujeres pueden presentar tasas de alcoholemia más altas con la misma cantidad de bebida, especialmente si son jóvenes.

7. Hora del día

La eliminación del alcohol es más lenta durante las horas de sueño, lo que explica por qué muchas personas dan positivo en controles de alcoholemia realizados a primera hora de la mañana, tras haber bebido la noche anterior.

8. Estado anímico

El estado de ánimo puede influir en cómo el alcohol afecta a nuestro organismo y a nuestra capacidad para conducir.

9. Combinación con medicamentos o drogas

La combinación del alcohol con medicamentos o drogas puede potenciar sus efectos negativos y alterar significativamente la curva de alcoholemia.

Tasas de alcoholemia permitidas en España

De acuerdo con la legislación actual, las tasas de alcoholemia permitidas para los conductores en España son las siguientes:

  • Conductores en general: 0,5 g/l en sangre y 0,25 mg/l en aire espirado.
  • Conductores noveles (durante los dos primeros años del permiso) y profesionales: 0,3 g/l en sangre y 0,15 mg/l en aire espirado.

Sin embargo, es importante destacar que aún por debajo del límite legal, el riesgo de accidente puede verse ya incrementado. Con una alcoholemia de 0,5 g/l de etanol por litro de sangre se multiplica por dos el riesgo de sufrir una colisión, y con 0,8 g/l el riesgo es 5 veces mayor.

 

Efectos del alcohol en la conducción

El alcohol es un depresor del sistema nervioso central que altera tanto la aptitud como la actitud para conducir e incrementa el riesgo de verse involucrado en un accidente de tráfico. 

En su primera fase, produce un efecto euforizante, que da lugar a:

  • Pérdida de control

  • Disminución de la percepción del riesgo

  • Modificación del comportamiento

  • Deterioro de la función psicomotora

Todo ello altera la capacidad para conducir un vehículo de forma segura. El riesgo es aún mayor en los conductores jóvenes, en los que se une la inexperiencia con el alcohol a la inexperiencia en la conducción.

Bajo los efectos del alcohol, es más difícil interpretar correctamente las luces y testigos del tablero de tu coche , lo que puede llevar a ignorar señales importantes de mal funcionamiento del vehículo.

En cualquier caso, es complicado determinar cómo va a influenciar el alcohol al conductor y de qué forma se va a desarrollar la curva de Widmark en cada persona

Lo que sí es evidente es que el alcohol influye negativamente sobre la forma de conducir y aumenta el riesgo de sufrir un accidente en carretera. Si beber y conducir se convierte en algo habitual, que el accidente se produzca es una mera cuestión de tiempo. La única tasa realmente segura es 0,0 g/l.

 

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