Lo más normal en la actualidad es que los automóviles que conducimos equipen sistemas de frenos de disco, aunque en el mercado conviven con otras alternativas como los frenos de tambor. Normalmente, encontraremos los frenos de tambor en el eje trasero de vehículos urbanos o berlinas compactas. Vehículos más modestos o con mayor edad en los que desempeñan perfectamente su función.
Los sistemas de freno de tambor cuentan para ello con dos cilindros de rueda, cuatro mordazas, un sistema de reajuste y un tambor. Su funcionamiento es sencillo: el cilindro de rueda, bajo el efecto de la presión del líquido de frenos, abre las mordazas cuyo revestimiento crea la fricción necesaria en el interior del tambor para que el vehículo se detenga. Por su parte, la función del sistema de reajuste consiste en mantener las zapatas lo más cerca posible de las paredes interiores del tambor, teniendo siempre en cuenta, eso sí, la medición del desgaste de los revestimientos. Además, las zapatas, conectadas al cable del freno de mano, garantizan el uso del freno de estacionamiento.
En el capítulo de ventajas e inconvenientes de este sistema de frenos señalaremos, por un lado, que es un sistema más barato y duradero, pero que por el contrario puede presentar problemas de rendimiento debido al calor que se genera dentro del tambor. Su gran inconveniente es, precisamente, la ventilación: si el calor no se disipa rápidamente puede hacer perder eficacia al conjunto.
Frenos de tambor: ¿por qué en el eje trasero?
En cualquier caso, y tal y como señalábamos, es más común encontrar los frenos de tambor en el eje trasero. ¿Te preguntas por qué?
Has de tener en cuenta que, cuando un vehículo se frena, la mayor parte del poder de fricción procede de las ruedas delanteras. Por eso, si nuestro automóvil cuenta con frenos de disco en el eje delantero, y un sistema de frenos de tambor en el trasero, será más que suficiente para ofrecer unas prestaciones adecuadas en un automóvil de características comunes.
Cambiar los frenos de tambor
El cambio de los frenos de tambor traseros se debe realizar en torno a los 100.000 kilómetros. No obstante, es más que recomendable revisar su estado en el taller, pues tu mecánico de confianza puede percibir indicios que hagan recomendable su sustitución antes. Recuerda que se trata de un sistema básico de seguridad al volante.
No obstante, tú también puedes empezar a sospechar que algo no marcha bien si el líquido de nivel de frenos es anormalmente bajo, la carrera del pedal de freno es más larga de lo habitual o escuchas un ruido metálico proveniente de la parte trasera al frenar si la zapata roza con la parte interior del tambor.
¿Un buen consejo? Si es así acércate a tu TallerXXI más cercano. Estamos deseando ayudarte.