¿Conoces la etiqueta del neumático y qué información ofrece? Si no es así, no te preocupes, en TallerXXI estamos para contarte qué beneficios tiene para ti a la hora de elegir el neumático más adecuado a tus necesidades. Este etiquetado se aplica a las cubiertas de turismos, 4×4, camioneta, camión y autobús. Y quedan exentos de la etiqueta estandarizada los neumáticos recauchutados, los neumáticos con clavos o los de competición, entre otros.
Y es que siete años después de su entrada en vigor, la etiqueta del neumático aún es una gran desconocida para los usuarios, según un estudio de la Comisión de Fabricantes de Neumáticos: apenas ocho de cada cien conductores conocen “perfectamente” qué es la etiqueta europea del neumático y algo más de trece declara que les “suena”.
¿Para qué sirve la etiqueta del neumático? En el fondo, dicha etiqueta no es más que un sistema estandarizado, similar a la etiqueta energética de los electrodomésticos, que incluye información completa y especificaciones claras sobre tres aspectos: los niveles de eficiencia de un neumático en el consumo energético —de combustible— del vehículo; la adherencia sobre suelo mojado y, por último, el ruido exterior que produce.
Es, en definitiva, una herramienta que contribuye a la mejora de la seguridad vial, el medioambiente, y que genera transparencia al ofrecer de forma clara la información de los fabricantes de neumáticos, ayudando al consumidor a reconocer y ver la diferencia entre neumáticos de mejor y peor calidad en el momento en que tenga que decidir cuáles comprar.
A la hora de clasificar los neumáticos, la etiqueta utiliza una escala de la ‘A’ a la ‘G’, de mayor a menor eficiencia, cuando se califica su rendimiento en resistencia a la rodadura (consumo de combustible) y agarre sobre firme mojado. Mientras, para el nivel de rumorosidad (ruido emitido a la atmósfera) éste viene expresado por una cifra (en decibelios) y de una a tres ondas negras, de menor a mayor nivel de ruido.
En cuanto a la eficiencia en consumo de carburante, cuanto mayor es la resistencia al rodaje, más energía consume el neumático para girar. Entre un neumático de clase ‘A’ y uno de clase ‘G’ puede haber una diferencia de consumo del 7,5%. Lo que representa un ahorro de 50 litros cada 10.000 kilómetros en un coche que consuma 7 l/100 Km.
Por su parte, de entre los 3 criterios considerados por el sistema de etiquetado, el agarre sobre mojado es el que tiene un impacto directo sobre la seguridad. Sin embargo, con independencia de la clase del neumático que elijamos, el agarre y la calidad de frenado dependen también de la presión del neumático, del estado de los discos de freno, del nivel y calidad del líquido de frenos y del estado de los amortiguadores. No hay que olvidarse de revisar o hacer que los revise un taller de confianza periódicamente.
En términos de agarre sobre mojado, ¿cuál es la diferencia entre un neumático para coche de clase ‘A’ y otro ‘G’? En esta categoría, no habrá neumáticos para coche con clasificación ‘G’ en términos de agarre sobre mojado. El sistema de clasificación se basa en variaciones sobre un índice (de 1,55 a 1,09). Por debajo de 1,09 todos los neumáticos se clasifican con la letra ‘F’, que es donde termina la clasificación. Entre un neumático ‘A’ y otro clase ‘F’ hay un 30% de diferencia de distancia de frenado (más de 18 metros a 80 Km/h).
Por último, el nivel de ruido emitido, como decíamos, se expresa con el número de decibelios generado más de una a tres ondas negras. Para hacernos una idea, 70 decibelios (70 dB), por ejemplo, corresponden al ruido de un teléfono fijo, por ejemplo, y 75 decibelios (75 dB) al de un aspirador. Los decibelios son una unidad de medida peculiar: cada 3 decibelios, el nivel de ruido se duplica.
Así que ya sabes. La próxima vez que tengas que cambiar los neumáticos pide a tu mecánico de confianza la información que ofrece en su etiqueta las cubiertas que quieres montar en tu coche para poder hacer la mejor elección.
En TallerXXI, nuestros profesionales disponen de la formación y el equipamiento necesario para efectuar la sustitución de los neumáticos de forma óptima y transparente.